Cautela con el precio de las bencinas

a fuerte alza que viene experimentando desde fines del año pasado el precio de las bencinas, hoy en uno de sus más altos niveles históricos, causa justificada preocupación. Los incrementos más recientes se explican por una combinación entre mayor precio del petróleo y tipo de cambio más elevado, lo que sumado a los impuestos correspondientes-, se traduce en un mayor precio para los consumidores finales.

Ante esta situación han surgido propuestas como la de disminuir transitoriamente el impuesto a las bencinas, y la de introducir modificaciones al mecanismo de estabilización de precios de los combustibles (Mepco).

Respecto de lo primero, cabe señalar dos cosas. Primero, la tributación a los combustibles se justifica por las externalidades negativas que genera su uso (contaminación), de manera que cumple una función esencialmente correctiva, que se suma al beneficio de recaudación fiscal. Más aún, si hubiera que hacer algún cambio en la tributación de los combustibles, debería ir en la dirección de subir el impuesto al diésel, que actualmente corresponde a la mitad del que se aplica a las gasolinas, siendo que contamina más del doble. Segundo, una medida de este tipo sería altamente regresiva, por cuanto los principales consumidores de bencina pertenecen a los sectores de más altos ingresos a la población.

En cuanto a modificar el funcionamiento del Mepco, el objetivo de este mecanismo es contribuir a la estabilización de precios ante cambios en una u otra dirección, pero sin alterar su tendencia. Estimaciones de expertos señalan que la modificación de ciertos parámetros podría provocar una disminución de hasta $ 40 por litro de las bencinas, por una vez. Pero, naturalmente, ello debería compensarse posteriormente con cambios en la otra dirección. De lo contrario, solo se trataría de un subsidio, que además de introducir ineficiencias, sería muy regresivo.

Reconociendo la sensibilidad que tiene este tema en la opinión pública, en la búsqueda de soluciones se debe ser extremadamente cuidadosos de no caer en soluciones populistas, que a la larga sólo agravarían los problemas.